MANIFIESTO

Más periodismo, más democracia

¿Y cuándo han sido tiempos fáciles para hacer buen periodismo? La esencia misma de un oficio que nació para contar lo distinto, para señalar lo que no funciona, para iluminar grietas, lo hace incómodo e inconveniente en cualquier contexto que roce la desigualdad, y sí que nos tocó un mundo profundamente desigual.

Jamás han sido tiempos fáciles y, sin embargo, hoy son más difíciles que nunca. Por primera vez, vivimos una crisis existencial global, con agravantes según la región o país. Los autoritarios se organizan, el odio encuentra altavoces. Las democracias, el hábitat natural de la libertad de expresión, retroceden. La financiación escasea, las redacciones cierran o huyen, las audiencias se dispersan y los algoritmos mandan. “Ustedes son los medios ahora” (“You are the media now”), azuzan los mayores promotores y beneficiarios de la desinformación. Mientras, en Gaza seguimos mirando con impotencia un genocidio sin nombre contra un pueblo y el mayor exterminio de periodistas de la historia contemporánea.

En 2025, las condiciones para ejercer el periodismo son clasificadas como “difíciles” o “muy graves” en la mitad de los países del globo, resume el más reciente informe mundial sobre libertad de prensa de la organización Reporteros Sin Fronteras, que está lleno de indicadores que así lo comprueban. Los mapas están cada vez más en rojo.

Ser periodista en estos tiempos significa entonces resistir con urgencia renovada. Remamos en un barco que se bambolea —lo embisten, lo cercan, le cortan las velas—, pero las razones para continuar en el viaje siguen intactas y se han renovado: contar lo que otros callan, denunciar las complicidades con la mentira, sostener con palabras verdaderas todo lo que queda en pie de la democracia.

Un nuevo contrato de confianza ciudadana, la preservación de la independencia, las luchas por la memoria y los derechos de las minorías, y la adaptación a un nuevo ecosistema pleno de nuevas posibilidades y formas narrativas, son algunas de las conquistas que moldean nuestro horizonte.

Justamente, de esa convicción nacen estas palabras que anuncian que renovamos el compromiso y, además, que lo hacemos apoyando el nacimiento de una nueva iniciativa de formación y reflexión periodística alrededor de los dilemas que enfrentamos en el siglo XXI. Se trata del Máster en Periodismo y Democracia, ofrecido por la Universidad Miguel Hernández de España, en alianza con la Fundación Gabo y Reporteros Sin Fronteras, e impartido en talleres por periodistas que dan ejemplo de excelencia en Iberoamérica. Porque este oficio no se rinde al cinismo ni a la desesperanza.

Las horas frágiles del periodismo no son por falta de razones para su existencia, sino por el asedio de quienes preferirían un mundo sin preguntas libres. Este no es un tiempo fácil. Pero es el nuestro. El tiempo de mirarnos, componernos y seguir andando.

Equipo Máster UMH-RSF-Fundación Gabo en Periodismo y Democracia:

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